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HALLOWEN
Era noche de muertos. Los niños y niñas se estaban preparando para salir a pedir caramelos. Lucía se estaba disfrazando de gótica con sus amigos. Pedro e Iván vaciaban una calabaza para ponerle una vela en su interior y ponerla en la ventana.
A la hora Lucía salió con todos. Cuando iban por la calle para ir al cementerio, se oyó una voz que salía de él. Entraron y vieron a una mujer muerta de terror, Lucía le preguntó:
- Hola, ¿ que le pasa?¿Por que chilla de esa manera?
La mujer le contestó:
-¡ Han robado la lápida de mis padres!
Nuria y Juan Luis le dijeron:
-No se preocupe señora, nosotros la ayudaremos.
La señora se quedó más tranquila.
Los niños se acercaron a una casa encantada. De ella se oían unos gritos muy fuertes y agudos:
-¡No! ¡No puede ser posible!
Cuando Lucía se acercó vio a una ¡bruja! Lucía le preguntó a la señora;
-¡Us, Us, usted es una bruja de verdad!
La amable señora le contestó:
-¡Si hijita! ¡Pero no tengas miedo!
Kilian, otro chico le preguntó:
-¿Que le pasa?
La bruja que se llamaba Lola se lo explicó:
-Tenia caramelos para todos los niños pero mi gato Misifú se lo ha comido todos. Ahora no puedo daros. Misifú siempre se porta bien, no entiendo como ha podido hacerlo.
Marta le dijo:
-Lola, no se preocupe. Los niños no vamos por los caramelos sino para quedar con los amigos y recordar a los difuntos.
Pero Lola al final se acordó de que tenía algo para darle:
-Lucía todavía me quedan gachas dulces ¿os gustan?
Lucía le contestó:
-Si Lola ¡ Nos encantan!
-Genial dijo Lola.
Pedro les recordó:
-Chicos ¿no os acordáis que tenemos que recuperar una lápida?
Nuria le dijo en nombre de todos:
-Muchas gracias, Señora Lola. Adiós.
Lola les sonrió muy contenta.
En un callejón se vieron unas sombras muy misteriosas. Los niños fueron a ver que pasaba. Nuria tenia mucho miedo por si la secuestraban. Lucía la cogió de la mano y se le fue todo el miedo.
Cuando se acercaron, un hombre todo vestido de negro salió corriendo. Todos los niños fueron tras él. De repente desapareció tras una gran roca. Los niños tocando y tocando descubrieron un pasadizo. Entraron.
Los niños tenían mucho miedo. Lucía e Iván iban los primeros. Iván llevaba la pequeña linterna.
Tras 20 minutos descubrieron una puerta cuyo código era 1113. Al entrar ven la lápida robada. Detrás de ella estaba el enterrador que era el que la había robado.
Los chicos contestaron a coro:- Si la tenemos aquí, tome.
Los chicos la cogieron y la llevaron al cementerio donde los esperaba la señora.
Cuando los vio entrar le preguntó:
-¿La habéis encontrado?
Los chicos contestaron a coro:
- Si la tenemos aquí, tome.
La señora le dio las gracias y se fueron.
Lucía volvió a su casa y se lo contó todo a los familiares. Ninguno se creyó lo de la tumba y la bruja.
¡FIN!
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